Los miedos y el despertar sexual…
Al otro día como siempre Nahuel madrugaba, eran las 08.00 a.m. y el estaba levantado pidiéndole a la madre que le haga el desayuno. Sus hermanos seguían durmiendo igual, salvo Ezequiel y Daniel que ya se habían despertado, y estaban dispuestos a salir a correr desde tan temprano.
La casa donde vivían aparte de todo lo que tenia poseía unos árboles de pinos inmensos en los cuales la sombra nunca faltaba. Pero el lugar ideal para jugar de Nahuel era la galería de la casa, allí jugaba con su karting, asta el cansancio, y había veces que jugaba a pisar a sus hermanos, perros o lo que se le cruzara por el camino.
El otoño ya se acercaba y las cosas empezaban a cambiar, el frió era horrible para Nahuel, era algo que no toleraba.
Por esos días al lado de la casa de él vivía Liliana, una mujer muy atractiva ella y su marido, una pareja muy joven de unos 25 años, sin hijos con un caserón donde solo iban a pasar los fines de semana, al principio ellos contrataban solo los servicios del padre en algún que otra ocasión, después se enteraron de que tenia varios hijos y le comentaron que como ellos no tenían por una cuestión de tiempo, habían decidido que Nahuel, pase algún tiempo con Liliana y Andrés, para que ellos, se encariñen con los chicos para que sepan que es lo que se siente.
Nahuel, fue pasaba mucho tiempo en la quinta de Liliana y por sobre todo en verano, aprovechaba la pileta, y todas sus cosas. La casa de Liliana tenia dimensiones proporcionales inmensas, contaba con 6 habitaciones, comedor, cocina living, sala de estar, comedor diario, y playroom. Era un lugar majestuoso.
:- Las Verdad que por esos días me sentía muy feliz, miraba la vida sin importarme mas nada que tratar de ser feliz, tratar de vivir con mis amigos, y cosas así, nunca en ese momento pensé que mi vida se iba a tornar caótica e inimaginable, creí que todo iba a ser mas fácil, se nota que cuando uno crece todo cambia, he incluso lo que parecía fácil cuando uno era chico hoy en día es imposible de alcanzar. Estas eran las palabras de Nahuel a los 22 años, cuando le comentaba a un amigo como veía su infancia.
Volviendo a esos años, Rodrigo también cuando venia iban a la casa de Liliana, se metía juntos y pasaban todo el tiempo como siempre juntos.
Cuando Nahuel cumplió 7 años, ya las cosas no eran iguales, quizás esa idea de que algo malo le pasaba por la mente no se la podía quitar nadie.
Pasaron unos meses, era septiembre de 1992, y Francisco fue el primero en darse cuenta que algo no andaba bien. Como él tenia un amigo que era "curandero", fue a preguntarle que era lo que podía llegar a tener, este hombre llamado Omar, le recomendó que valla a un medico especialista.
Los síntomas, eran medios explícitos, falta de respiración, no podía correr, no podía casi respirar, le costaba todo el doble, tosía mucho y cuando devolvía lo que ingería largaba unos pedacitos de algo marrón, sin darse cuenta que lo que estaba largando eran pedazos de pulmones.
Después de ir a un medico especialista, este le recomendó que valla junto a su mujer, y ambos tuvieron que ser internados, fue quizás algo raro. Nahuel tenía en su cabeza cosas diversas, algo no entendía, se había criado con la madre y el padre, no entendía porque los tenían que separar de ellos, y lo peor la abuela no fue de mejor recompensa.
Mercedes era una mujer rara, de alguna manera, tenia unos 45 años, era abuela de ellos, y madre de Beatriz, evangelista fanática, al llegar a la casa miro todo con asco, ya que Beatriz era católica y poseía imágenes de la mayoría de los santos, entonces como ella creía que eso era una blasfemia contra dios, quemo todo lo relacionado con todo esto, sin preguntar nada en absoluto, fue algo raro para Nahuel, fue quizás una imagen de el fuego consumiendo todo lo que la madre le había inculcado sobre dios, se lo devoraban las llamas.
Hasta donde yo sé, no hay una sola palabra en las oraciones que pida inteligencia.
-Bertrand Russell, Has Religion Made Useful Contributions to Civilization
Quizás no fue la mejor estrategia, con el tiempo, en el se formaría una cosa que iría en contra de todas las religiones. Mercedes creyó durante mucho tiempo que fue la mejor manera de ver las cosas. Nahuel, a los días se quedo en la casa de Mirtha. Una enfermera de unos 38 años, amiga de la familia. Por otro lado, la abuela se había llevado a Claudio y Daniel a su casa.
Nahuel era muy chico, y por sobre todo muy despierto en lo sexual. Se había enamorado de Mónica, una chica de unos 17 años con muy lindo cuerpo para ese entonces. Mónica era una chica un tanto fría en su manera de hablar y de pensar, junto a ella vivían Alejandra, una chica un tanto gorda y malvada a la que con el tiempo Nahuel aprendió a odiar, y Gabriela, una gordita simpática con la que cualquiera se encariñaría. Pero las ideas de Nahuel pasaban por Mónica, ella despertaba sensaciones raras en él, por las noches se la imaginaba de diferentes maneras, de diferentes formas, y soñaba con que ella, solo lo tocara o besara, todo eso era demasiado para alguien de su edad. Nahuel creía en muchas cosas y era idealista. Igual su amor platónico con Mónica duro muy poco. A los días tubo que mudarse a lo de su abuela Mercedes, ya que la familia de Mirtha tenía que hacer un viaje, el cual no podían postergar por nada del mundo.
Pasaron tres días desde que supieron la noticia de irse un tiempo a lo de la abuela, no fue la mejor opción, él solo quería volver a la quinta, quería ver a sus amigos, a sus vecinos, sus cosas y todo esas cosas con las cuales se había criado hasta entonces.
El viaje fue un tanto morboso, miraba a través del vidrio como las imágenes se iban alejando y como de apoco caía la noche sobre ellos, de esa manera se imaginaba su vida.
Al llegar a la casa de la abuela no fue para mejor. Nahuel odiaba profundamente el campo, pero igual no hizo notar su desagrado. En la casa de Mercedes vivía Daniel y Daniela, los hermanos mellizos de Beatriz, eran adolescentes y escurridizos. Daniel era de piel blanca, cabellos negros y ojos verdes, Daniela era igual solo que con ojos marrones Claros. El tío Daniel nunca estaba, siempre estaba de fiesta o estaba trabajando. La tía estaba en la casa de al lado con la amiga y el hermano (del cual siempre quedaron dudas si había tenido algo con la tía o no). Los primeros días no fueron nada buenos, Nahuel debía compartir la cama con Ezequiel, ya que no querían que se mal utilicen las habitaciones. Una noche cuando ya todos se habían acostado, Ezequiel empezó a girar dormido (era una cama marinera) y callo al suelo desde casi 1.80 metro de altura, todo el mundo se despertó por el fuerte impacto que dio el cuerpo dormido de Ezequiel contra el mismo, pero Eze, seguía dormido lo mas placidamente.
Las mañanas eran más espantosas aun. Era un barrio de gente grande y aburrida, y no podía hacer nada con nadie por que tampoco los dejaban salir de la casa. Nahuel no aguantaba mas todo eso, quería volverse a su ciudad, a donde él siempre estaba.
A veces cuando la mente se iba sin poder controlarla, a la mente de él venia Rodrigo, era como algo automático. Rodrigo era como una idealización: era un buen amigo, y mas allá del despertar sexual que sentía, quería divertirse con él.
Ya casi era el día del cumpleaños de Nahuel, así que habían preparado un asado, tortas y una gran fiesta en el jardín. Le dijeron que invite a la gente del barrio que él quisiera, y así lo hizo. A la primera que invito fue a la amiga de la tía Daniela, la cual le caía bien al igual que él hermano, y después invito a Domina, una amiga de la familia, la cual a veces parecía coquetear con él. Domina era una chica muy hermosa con una delantera inimaginable, la cual descolocaba a el pobre Nahuel. La baba se le caiga cada vez que estaba juntos a ella, así fue también como él se dio cuenta que había una división de sentimientos y de reacciones y que ambas eran iguales. Una de ella pasaba cuando estaba con Rodrigo y otra denuedo con esta chica. Ambos despertaban sus deseos sexuales y ambos de diferente manera.
La fiesta era una excusa para que los grandes se junten a tomar y comer, a que realmente era el cumpleaños de un niño de ocho años.
El tiempo no tardo en cambiar las cosas, en menos de quince días estaban denuedo en su casa por fin y esperando que todo regrese a su normalidad. Nahuel estaba súper excitado con la idea de volver, era como que le dieron ganas de seguir adelante.
Cuando volvieron a la casa después de casi 2horas de viaje se dieron cuenta que estaban yendo a una casa diferente, más o menos a dos cuadras de donde vivían ellos. Esa iba a ser su nuevo hogar.
Cuando llegaron los padres fue un momento intenso en la vida de él, pero también era todo nuevo y eso daba un plus extra a todo.
Había vecinos nuevos justo al lado de la casa, la chica se llamaba Erica, rubia, ojos azules, y muy linda. Tenía 4 años más que Nahuel, y Alexis, un año menor, morocho, y medio gordito.
Erica era muy buena para su edad en matemáticas y ciencias, Nahuel era todo lo opuesto. De apoco se fueron conociendo, Nahuel los invitaba a su casa a la pileta para que pudieran nadar, y así todo comenzó. Erica se paso al mismo colegio, cuando podía ayudaba en matemáticas. No había pasado ni 6 meses cuando Erica se quedo asolas con Nahuel en la casa de él. Fue algo extraño, lo cual se percibía en el aire. Erica fue quien tomo la iniciativa cuando estaba hablando del difícil mundo de las tablas de multiplicar. Lo tomo por sorpresa, le agarro la mano y se la apretó fuerte, en dos segundos el corazón de Nahuel casi se salio de su pecho, sintió como que todo le iba a explotar por dentro y casi le faltaba el aire. Trato de entender porque estaba pasando eso, pero en menos de lo que el se imagino ella estaba besándolo y casi estaba enzima de él, empezó a tocarlo rápidamente y el también, pero con menos soltura, ella le toco todo el bajo vientre y así asta llegar a su miembro y se lo comenzó a acariciar, en menos de lo imaginado su miembro estaba erecto y ella se lo masajeaba de arriba hacia abajo, (era todo nuevo, era algo que no podía estar sucediendo era el pensamiento de Nahuel). Él lo estaba disfrutando y ella pareciera que le gustaba hacerlo. Se besaron mucho, asta que sintieron como el portón se abría y entraba el auto del Francisco, Nahuel se trato de acomodar lo mas rápido de pudo para que no sucediera que los padres se den cuenta.
Los padres y hermanos no se habían dado cuenta de nada, por suerte, y eso dejaba tranquilo a Nahuel ya que estaba planeando su próxima vez, y en este razonamiento también entraba Rodrigo.....
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