"Cosas preciosas y frágiles Necesitan un manejo especial "Dios mio¿ que te hemos hecho?""
   
  Memorias de un chico ingenuo
  Memorias de un chico ingenuo(Mi Vida)... 4ª parte
 

El Despertar y el primer encuentro con la perversión Sexual…

 

 

 

“Entre todas las cosas que pueden ser contempladas bajo la concavidad de los cielos, nada es visto que sacuda más el espíritu humano, que embelese más los sentidos, que provoque más terror o admiración que los monstruos, prodigios y abominaciones a través de las cuales vemos los trabajos de la naturaleza invertidos, mutilados o truncados.”

-Pierre Boaistuau, Histories Prodigieuses, 1561

No había pasado mucho tiempo desde que todo ocurrió. Fue un fin de semana agitado, pero ya había terminado y nadie se había dado cuenta de lo que había ocurrido. Eran nuevas sensaciones para alguien que apenas recién terminaba de pasar el metro cuarenta y cinco.

Rodrigo había tardado no tanto como Nahuel creía en realidad y quería experimentar con él todas las nuevas cosas aprendidas de la nueva profesora Erica. Todo había comenzado después de jugar un rato en la galería de la casa principal; se habían corrido unos metros hacia el quincho para hacer el mismo juego ingenuo como todo chico que quiere solo eso: jugar un poco; pero detrás de todo esto se escondía una nueva sensación que era estimulante y se sentía en el aire. Algo ya no era como siempre y se notaba: uno de los dos había perdido la inocencia.

 

                                     

 

Nahuel fue quien tomó la iniciativa tomó de la mano a Rodrigo y memorizando pequeñas escenas sacadas de la televisión o de su desarrollada imaginación. Lo primero que hizo fue sacarlo del camino donde entraban el auto, por las dudas de que llegue el padre o quien fuera, e interrumpiera lo que ya tenía en mente. Había una planta que cubría gran parte de sus menudos cuerpos y no hacía con que se vea como Nahuel arrinconaba de a poco contra la pared cerca de la parrilla, mientras de a poco lo abrazaba, cuando también su mano descendía por la espalda de Rodrigo hacia un lugar que ya de solo imaginarlo estimulaba y excitaba.


       

 

Rodrigo no fue una víctima a todo esto, puso de lo suyo, cuando se dio cuenta que también eso le estaba provocando sensaciones internas se dejó llevar de tal manera que después de un pequeño e improvisado manoseo de unos pequeños minutos terminaron estimulados y desnudos entre medio de la pared y la planta que los cubría, el primero en dar un beso sin casi imaginárselo fue Nahuel, mientras que Rodrigo con su mano masturbaba como si ya alguna vez lo habría hecho o visto. Después de un buen rato de estar así, trataron de vestirse pero ni sus cuerpos ni la ropa se había salvado de ese remolino de tierra, hojas y pasto. Fue casi inútil tratar de dar una explicación de lo que había pasado, lo primero que se les ocurrió fue decir que estuvieron jugando a una pelea cerca de donde estaban los pinos y el jazmín.

-Quizás fueron las mejores sensaciones que había sentido en ese momento, y hasta entonces, quizás por la inocencia, la ingenuidad, la edad o como se quiera llamar, pero ya algo había cambiado y nunca más volvería a ser igual.- Esto fue lo que le dijo Nahuel a un amigo cerca de sus 20 años en una charla totalmente desinhibida de sus experiencias sexuales (un tema que no era tabú para él).

 

 

Rodrigo se había marchado como siempre el domingo cerca de la 21:30 y ahí ya comenzaba la terrible espera para el siguiente fin de semana.

El martes por esas casualidades se habían juntado otra vez Néstor, Chuky, José, Carlitos, Nazareno y Robertito. Lo que menos se imaginaba Nahuel era como iba a terminar su juego con Nazareno y Robertito.

Nazareno tenía cerca de 15 años, Robertito un año menos que Nahuel, pero que ellos eran hermanos ya habían experimentado varias cosas juntos; fue justo al lado de la casa de ellos cuando se pusieron a jugar cerca de unos arbustos, el que ahora tubo la iniciativa fue Nazareno, lo primero que hizo fue empezar a tocar a Nahuel como si fuera una travesura y del otro lado recibió una respuesta inmediata. Robertito para ese entonces se había dado cuenta de cómo venían las cosas y tampoco se quiso quedar afuera; lo primero que hizo fue ponerlo de pié, el casi arrodillado y al otro lado Nazareno mirando como un gran espectador mientras que el pantalón deportivo iba cayendo demasiado rápido por las piernitas de Nahuel. La primer sensación fue de algo tibio y húmedo junto con un movimiento repetitivo en su entrepierna. En minutos Nazareno se acercó bajando su cremallera, ya con el pene erecto de un chico de su edad e hizo con que su hermano le hiciera lo mismo, y la eyaculación precoz que tenía hizo con que, en unos pocos instantes, el semen empezara a correr por los labios de Robertito. La cara de Nahuel parecía inmutada, pero en el interior había quedado totalmente anonadado, estupidizado y espantado por lo que había visto de sus vecinos y amigos. 

 
                               

 

Luego de unos minutos se reunieron todos juntos en la esquina de La Quinta de los Dos Leones y empezaron a jugar con unos frutos que daba un ligustro que se usaba como cerco.

Los días se hacían eternos y lo único que esperaba era que llegue el viernes por la noche y que entre el Falcon azul con Rodrigo arriba.

Ese fin de semana fue para Pascuas, era un día horrible: lloviznaba, había viento y todos estaban reunidos en el salón del quincho. Nahuel caminaba por el borde de la pileta como si su altura y su peso harían con que alguien se diera cuenta si se caía en la misma. Entre las vueltas que daba planeaba para sí mismo como hacer para estar un par de minutos a solas con Rodrigo, lo cual no fue algo difícil ya que la casa de al lado, la casa de Liliana y Andrés estaba ese fin de semana desocupada, ya que habían tenido un viaje largo. Nahuel sabía donde se guardaban las copias de las llaves, tomó un juego, entró en la casa sin que nadie se diera cuenta, fue al cuarto donde estaba Rodrigo y le pidió que lo acompañara a buscar unas cosas en la casa de junto. Entraron por la puerta de servicio, que tiene acceso directo a la cocina principal; subieron por las escaleras hacia la sala de juegos y luego de abrir una puerta que estaba embutida y que pareciera que era solo decorado, pasaron a un cuarto totalmente a oscuras y donde no se veía casi nada. Igual en la mente de Nahuel la idea no era la de ver justamente…







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